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No eduques a tu hija como una princesa, sino como una guerrera

10 febrero, 2016

Hay una princesa en la cabeza de cada una de nosotras. Y eso, tenemos que destruirlo. Mientras que la prensa sigue haciendo culto a figuras como Kate Middleton, las empresas se benefician de ese sentimiento entregando a las niñas un montón de baratijas con temática de princesas, con tiaras y manual de moda. Haciéndolas creer que habrán de casarse con un príncipe.

Esta oleada de azúcar de color rosa brillante empezó a mediados de los años ochenta, donde Disney también tuvo mucho de culpa lanzado su línea de productos de princesas, en el año 2000, con el objetivo de poner tres o cuatro juguetes que brillan en la habitación de todas las niñas, la marea se ha convertido en un tsunami.

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¿La mujer perfecta?

Kate Middleton es la princesa perfecta hoy en día, en el sentido de que parece sustancialmente sin carácter: una muñeca de vestir para la era de la austeridad. Siempre presenta de una manera tan rígida y con una dócil y modesta sonrisa que cuando abrió la boca para hablar durante la ceremonia de boda transmitida en todo el mundo, sólo dijo «Sí», como si alguien hubiera tirado una cuerda detrás de ese vestido para activar un sonido de aceptación.

Las niñas están creciendo con la idea de que deben ser princesas y deben actuar como tal, siempre a la espera de un príncipe en un castillo en color de rosa y con joyas maravillosas: bonita, discreta y adecuada en su vestir, con bajo peso, y una hermosa tiara en la cabeza.

El príncipe azul no refleja en lo  absoluto, la realidad de la vida conyugal. Algunos autores señalan que principemania es concebida por algunos padres como una forma de defensa contra la «sexualización prematura» que vemos en muchos de los casos de niñas que a corta edad inician en esos terrenos.

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Despide a las princesas

Las princesas son vistas como una fantasía inocente que ofrece ventajas sobre los modelos virtuosos. La locura de princesas no es sólo un fracaso del feminismo pero un fallo de toda la sociedad que no puede respetar y valorar su mujeres jóvenes, ofreciendo algo más que una fantasía incoherente y rosa  del típico: vivieron felices para siempre. No hay nada malo con soñar un poco , pero para las niñas en todo el mundo hay mejores sueños que el hecho de quiero ser tan bonita como una princesa.

La clave está en que como madre o padre, puedas llevar un equilibrio entre la fantasía y la realidad, prepara a tus hijas para lo que se enfrentarán en la vida, pero siempre dentro de un ambiente de amor, respeto e inocencia de acuerdo a su edad. Prepárala para ser una guerrera no una princesa. Prepárala para que pueda ser una niña que se ame y respete a si misma y que sepa que no necesita de una tiara o de un castillo o de un príncipe para ser una verdadera mujer.

Enseñale valores, y dale todas las armas para ser una mujer fuerte, decidida y con poder de tomar el rumbo de su vida

Fuente Oficial: ChicasTips.com