A pesar de estar en pleno siglo XXI, continuamos escuchando (quizá a manera de nostalgia) que la gente menciona que los niños vienen de París, pero ésta frase es tan común que pocas veces nos preguntamos ¿de dónde surge?
Pues bien, ésta es una fábula que viene de Europa central y que básicamente se inspira en el deseo que tiene la cigüeña de poner especial cuidado en sus crías, algo no tan común para las aves del mundo.
Parece que ésta ave está completamente dedicada a su familia, es monógama y prepara el nido durante años con gran dedicación. En definitiva es todo un ejemplo de una madre que incluso llegaron a ser considerados como pájaros sagrados por culturas como la romana.
Pero, ¿por qué París? La leyenda creció gracias a un par de cigüeñas que anidaban en el techo de una casa parisina, en lugar de migrar a África. En esa casa vivía una joven pareja que pronto tuvieron un bebé y la noticia de que había sido traída de París colgando del pico como una pizza express fue transmitida de generación en generación.
Sin embargo París tiene muchas más razones (un tanto menos llenas de fábula) en las que podríamos hacerla como ciudad responsable de la procreación de niños: es considerada como una de las ciudades más románticas del mundo y las favoritas para contraer nupcias.
Eso lo sabe el fotógrafo J. Leal, quien a través de su Blog Oficial, nos retrata justamente esa parte romántica de París: la de las parejas, la bodas, el amor que surge y que queda plasmado en una fotografía y que a lo largo de ésta entrada podemos disfrutar y es que París tiene un sensacional aire ideal para el amor qué bueno….
Caminar sin tener que preocuparse por el tiempo sobre las laderas de Montmartre , observando las casas y el comercio de la zona. O que tal estar en Le murs des je t`aime, donde la palabra amor se escribe en más de 300 idiomas. O quizá una hermosa caminata a lo largo de las orillas del Sena y hacer una parada en el puente de las Artes, un hermoso lugar en dónde vale la pena tomarse fotografías; es sin duda uno de los mejores lugares de París dónde se pueden hacer las más románticas declaraciones de amor, porque incluso sin candados, el espíritu romántico del lugar y la vista que tiene el río Sena todavía vale mucho más la pena. Y seamos sinceros: El amor verdadero no necesita mucho para ser logrado.
Con todo lo anterior, ¡cómo no decir que los bebés vienen de París! Hay razones de sobra como para poder casi afirmarlo; aunque hemos de reconocer que la fábula alrededor de la entrega de los bebés con la cigüeña en el pico nos hizo echar a volar la imaginación y nos hizo la infancia un poco más divertida.
Ahora de adultos…¡Qué mejor que ir a París a escribirle una carta a la cigüeña para que venga un bebé lleno de amor! Ohlalá!